La sentencia  00458/2017, de 3 de mayo, del Tribunal Supremo, que dio la razón a la Sociedad Castellana y Leonesa de Medicina de Familia y Comunitaria (SOCALEMFYC)  y que anula el baremo para la categoría de especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria de la Orden SAN/129/2016, de 22 de febrero ya es firme. Sacyl ha decidido no interponer recurso y tiene de plazo 2 meses para aplicar el baremo de forma voluntaria en todas las bolsas de empleo, además de en el proceso selectivo de la citada Orden, para las plazas de la categoría de licenciado especialista en Medicina Familiar y Comunitaria del Servicio de Salud de Castilla y León.

La SOCALEMFYC impugnó el baremo de la citada Orden por ser discriminatorio con los médicos de Familia que han obtenido el título de la especialidad a través de la formación vía MIR.

La sentencia 458/2017 dice textualmente que el baremo de méritos en la Orden crea “una situación discriminatoria para los aspirantes que accedieron al título de especialista en Medicina Familiar y Comunitaria mediante el sistema MIR, frente a aquellos otros que obtuvieron la especialidad mediante la vía extraordinaria regulada en el Real Decreto 1753/1998, de 31 de enero, lo que vulnera el principio de acceso en igualdad de condiciones a la función pública (arts. 14 y 23,2 de la Constitución), así como el contenido del art. 4.3 del Real Decreto 1753/1998.”

Durante muchos años, la SOCALEMFYC ha sido la única sociedad científica defendiendo un baremo justo para la especialidad de Medicina de Familia; han sido numerosas las reuniones por parte de las distintas juntas directivas de SOCALEMFYC con la Administración y los sindicatos, las notas entregadas, informando y solicitando la legalidad de los baremos sin que se nos escuchara.  Después de muchos años de trabajo, esfuerzo y tiempo, ahora por fin  lo hemos logrado recurriendo al Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León y a través de una sentencia que sienta un precedente.

SOCALEMFYC seguirá atenta  para defender la Especialidad de Medicina de Familia, su formación reglada y su justa valoración y una Atención Primaria en Castilla y León universal, pública, de calidad  para la población, que es en definitiva el objetivo último como sociedad científica.

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