Escrito por Verónica Casado Vicente, responsable de la Unidad Docente Universitaria de Medicina Familiar y Comunitaria de la Facultad de Medicina de Valladolid

El 1 de febrero de 2017 inauguramos la sede de la Unidad Docente de Medicina de Familia de la Facultad de Medicina de Valladolid. Pero lo cierto es que esta Unidad entra en su tercer año de vida ya que inició su andadura en 2014, de la mano del nuevo plan de estudios.

En este nuevo plan, propiciado por el Plan Bolonia, incorporaba la Facultad de Medicina de Valladolid dos asignaturas nuevas que eran la asignatura de Medicina de Familia y Comunitaria con 3 ECTS en quinto curso y la asignatura de prácticas tuteladas de Medicina de Familia y Comunitaria con 6 ECTS, que se traduce en 4 semanas en los centros de salud. Y con el diseño, coordinación y desarrollo de la ECOE de fin de todas las prácticas tuteladas que supone el 40% de la nota de estas asignaturas.

La incorporación de estas asignaturas ha supuesto la inclusión de nuevas metodologías formativas y evaluativas (las clases inversas, los laboratorios de habilidades, las videograbaciones, las aulas virtuales, el cuaderno de prácticas, la ECOE…) y las tres actividades han sido muy bien valoradas por los alumnos.

Todas las actividades están evaluadas por encima de 9 sobre 10.

Esto ha supuesto fortalecer la estructura de la Unidad Docente. En el momento actual somos 21 profesores (la segunda en número de profesores) tras Pediatría. Contamos con 8 centros de salud universitarios y somos 12 médicas de familia y 9 médicos de familia. Pero además contamos con 4 profesoras colaboradoras para la asignatura, 59 profesores colaboradores que actúan como observadores y logistas en la ECOE y con 30 profesores colaboradores de apoyo para las prácticas tuteladas. Tenemos contenido, tenemos recursos humanos, tenemos una estructura física dentro de la facultad y todo esto se desarrolla en una Unidad Docente.

El germen de esta Unidad

Y sería injusto no agradecer aquí el empeño y voluntad de una persona, Ricardo Rigual que fue el Decano de la Facultad y además el presidente de la Conferencia Nacional de Decanos. Tenía interés de apoyar la presencia de la MF en la Facultad y tenía mucho interés en el desarrollo de la ECOE. E introdujo un cambio organizativo clave y fue crear las Unidades Docentes. Su objetivo era dar una estructura que favoreciera la continuidad con la formación especializada. Y así en una Universidad dónde es prácticamente imposible, dado el marco legislativo, crear departamentos, se posibilitó así la creación de una estructura: la unidad docente, que proporciona autonomía e identidad. Fue aprobada por Junta de Gobierno.

Considero que constituye una de las decisiones más oportunas y pertinentes que se han tomado y a este albur han nacido las unidades docentes universitarias y entre ellas la Unidad Docente de Medicina Familiar y Comunitaria. En España, el desarrollo de la Medicina de Familia en la Universidad es imparable, pero es heterogénea y es bueno saber que las facultades que han incorporado la Medicina de Familia se sienten orgullosas de haberla introducido, porque son conscientes de su impacto y las pocas que se han quedado fuera están considerando como incorporarla.

Un gran logro para celebrar

Muchos miran con admiración la decisión de Valladolid y ésta debería extenderse. No tiene sentido en el momento actual que las Unidades Docentes sean los Hospitales asociados a una Facultad. Lo lógico es que sean las disciplinas y especialidades para dar continuidad a la formación y desde luego nuestra presencia es imprescindible. Para evitar la “Ley de la importancia creciente de las sobras,” formulada por Marquard, “cuanto mejor estemos, más nos quejaremos de lo mal que estamos”, es importante ver de dónde venimos y lo que nos ha costado llegar hasta aquí. Es cierto que aún faltan muchas cosas: más transversalidad, y sobre todo, profesores titulares y catedráticos médicos de familia.

Pero ya está la puerta abierta y no nos falta ni el entusiasmo, ni las ganas de seguir trabajando para que la Medicina de Famlia y Comunitaria se convierta en el núcleo formativo de la formación en medicina. Por nosotros, por la Universidad, por nuestros futuros médicos y sobre todo por la salud de las personas a las que atendemos.

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