Con motivo del Día Mundial de los Cuidados Paliativos desde la Sociedad Castellano Leonesa de Medicina Familiar y Comunitaria (Socalemfyc), queremos  reivindicar los cuidados paliativos al final de la vida de calidad y universales.

A nivel mundial el 42% de la población no tiene acceso a los cuidados paliativos y un 80% no puede acceder ni si quiera a los fármacos necesarios para paliar su dolor. Se estima que el 6% de las personas que requieren estos cuidados son niños y que cada año más de 20 millones se beneficiarían de ellos.

Hoy en día 2.500 pacientes en fase terminal son atendidos con cuidados paliativos en sus domicilios en Castilla y León y otros 1.500 reciben el apoyo de los equipos de soporte de atención en sus hogares. El 75% son pacientes con cáncer mientras que otras patologías son todavía una asignatura pendiente en este aspecto. En los cuidados al final de la vida no  tiene cabida la discriminación por edad, sexo, raza, patología o lugar de residencia.

El médico de familia es el profesional que puede integrar toda la atención al ser humano: la prevención en la persona sana, la curación en las patologías reversibles y el cuidado integral y acompañamiento a las personas con patologías irreversibles y terminales. Los médicos de familia permanecen al lado de las personas, y dotan de valores importantes e imprescindibles la práctica de su labor. Por eso es tan importante su figura en la atención al final de la vida.

En Castilla y León existen 8 equipos para dar cobertura a 2,5 millones de pacientes mientras que la Sociedad Española de Cuidados Paliativos cifra en 80.000 habitantes por equipo la proporción para una correcta atención.

Hacemos una llamada para lograr el compromiso necesario en nuestra Comunidad (y todo el territorio nacional) que consiga dotar de los recursos necesarios para dar  cobertura a las necesidades del paciente y su familia.

Abogamos por una buena formación de los profesionales sanitarios, en especial de los médicos de familia, que permita un trabajo coordinado y en conjunto con las unidades específicas de cuidados paliativos para así cuidar a nivel físico, emocional, social y espiritual la unidad paciente-familia.

Para una correcta atención a las personas al final de la vida, son necesarias la formación y compromiso de los profesionales, y también un compromiso serio

de las administraciones sanitarias que doten adecuadamente de recursos para hacer posible esta atención (por parte de los médicos de familia y de las unidades de atención domiciliaria y hospitalaria). Sólo con una adecuada dotación de recursos, formación de profesionales y coordinación entre niveles, será posible que los Cuidados Paliativos lleguen a todos y hagan posible que las personas tengan una excelente atención en momentos tan duros como es el final de la vida. 

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