Con motivo del Día Europeo para el Uso Prudente de Antibióticos, 18 de noviembre, el Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas de la semFYC  ha elaborado un doble decálogo con recomendaciones sobre prescripción y uso de antibióticos en las principales patologías. Asimismo emitió una nota de prensa que reproducimos a continuación.

Con el lema “Hagamos un uso responsable para seguir curando”, la semFYC pone en marcha una campaña para promover tanto la prescripción responsable como el uso prudente de los antibióticos.

El aumento de la resistencia de las bacterias a los antibióticos es un problema grave que la Unión Europea ha calificado como “uno de los mayores problemas de salud pública y sanidad animal que es necesario afrontar en la actualidad”. De hecho, algunas fuentes señalan que, ya hoy en día, se podrían estar produciendo, cada año y en todo el mundo, hasta 700.000 muertes provocadas por infecciones bacterianas producidas por cepas resistentes a los antibióticos. Según algunas proyecciones, las más graves, si siguen aumentando las infecciones producidas por bacterias resistentes, en 2050, se podrían llegar a los 10 millones de fallecimientos anuales.

 Antibióticos en atención primaria

La concienciación sobre el uso responsable de antibióticos entre los pacientes de primaria es una de las claves en la búsqueda de soluciones a este problema pues, según un estudio del European Centre for Disease Prevention and Control, el 90% de los antibióticos se prescriben en atención primaria, donde hasta una tercera parte de las consultas están relacionadas con enfermedades infecciosas.

Significativamente, más de la mitad de las consultas sobre enfermedades infecciosas están directamente relacionadas con las infecciones respiratorias. El decálogo que el Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas de la semFYC ha elaborado hace especial hincapié en los casos en los que sí se debe prescribir antibióticos para atajar estas infecciones, y aquellos en los que no es necesario. Se calcula que más la mitad de las dolencias respiratorias podrían no requerir emplear antibióticos en su tratamiento.

 

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