Un estudio elaborado por la vocalía de docencia de la Socalemfyc alerta de este grave problema ya que impedirá formar a nuevos médicos de Familia para hacer frente a la falta de especialistas y para que reemplacen a los médicos que próximamente se jubilarán de forma masiva.

Desde el año 2010 ya se han perdido 22 formadores de especialistas de Medicina Familiar y Comunitaria en Castilla y León.

Valladolid, 20 de mayo de 2019.  El 60 % de los tutores de médicos internos residentes de la Especialidad de medicina Familiar y Comunitaria está en riesgo de desaparecer en los próximos años, según un estudio llevado a cabo por la vocalía de Docencia de la Sociedad Castellana y Leonesa de Medicina de Familia y Comunitaria (SOCALEMFYC), a través de un análisis cuantitativo de los tutores en los centros de salud docentes de Castilla y León. Ante la falta de docentes será imposible formar a nuevos médicos de Familia que reemplacen a los médicos que próximamente se jubilarán de forma masiva y para hacer frente a la necesidad de médicos especialistas.

En los 68 Centros de Salud docentes de la Comunidad trabajan 879 médicos de Familia, de los cuales solo 284 son tutores, cifra que no alcanza el 36%. Desde el año 2010 el balance entre las nuevas incorporaciones de tutores a esos centros (17 tutores) y los tutores que por diversas razones se han perdido (39 tutores) arroja una pérdida global de 22 tutores durante este período.

Por otro lado, hay 125 tutores que no ocupan su plaza de forma estable y que se van a ver afectados en el próximo concurso de traslados, los que supone un 44% de los tutores actuales. Además, se van a producir en el próximo año 32 jubilaciones de tutores y 14 renuncias a la tutorización por lo que son 171 plazas de tutores, un 60 % de las plazas de formación en inestabilidad y por tanto en riesgo de pérdida.  * Gráfico 1

A esta situación se ha llevado a cabo por una errónea política de Recursos Humanos que no reconoce la formación ni los méritos docentes e investigadores, “con un baremo para el concurso de traslados de las plazas de Médicos de Familia estatutarios en el que el único mérito que se reconoce es la antigüedad, despreciando el resto de los méritos profesionales y en el que se pueden adjudicar plazas en centros docentes a profesionales sin la garantía de que puedan ejercer como docentes”, señala Alfonso Romero Furones.

La ORDEN SAN/1068/2016, de 7 de diciembre, por la que se aprobaron las bases generales de concurso de traslados abierto y permanente para la provisión de plazas de personal estatutario en los centros e instituciones sanitarias de la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León, es el germen de la actual situación. En el baremo, el único “mérito” profesional que se valora es la antigüedad, según SOCALEMFYC. Algo que puede tener “un gran impacto en los tutores de los centros docentes acreditados”.

Enlos últimos años ha habido una oferta laboral “casi exclusiva” de plazas de médicos de Área, “y otros contratos precarios que ha llevado a una gran pérdida de profesionales que tras finalizar su formación especializada en las unidades docentes de Castilla y León han tenido que desplazarse a otras comunidades o al extranjero”. Lo que ha llevado a la ruptura del relevo generacional.

Teniendo en cuenta esta inestabilidad y aplicándolo centro a centro obtenemos el número de centros de salud distribuido por el número de tutores que tienen la plaza en la que ejercen de tutores en propiedad.

Para SOCALEMFYC, la formación MIR en el sistema sanitario público español supone “un referente internacional formativo de médicos especialistas que es clave en el mantenimiento del nivel de calidad que se le reconoce a nuestro sistema”.

En este contexto, SOCALEMFYC considera que “hay muchas posibilidades de mejora, desde las condiciones de trabajo y retributivas para hacer más atractivo el trabajo de Medicina de Familia en Castilla y León, a otras más específicas entre las que se podría crear un sistema de singularización de las plazas, de manera que se permita cubrir todas las plazas de los centros acreditados por médicos de Familia con perfil y capacitación docente” y por supuesto un sistema de incentivación y reconocimiento a la labor tutorial” .

Es preciso, además, crear un sistema de calidad docente que garantice que los profesionales de los centros docentes trabajen con un nivel óptimo de calidad científico técnica, asistencial y también docente. También desde la administración se debe velar por que los cupos docentes tengan unos medios adecuados y una estructura apropiada.

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