Hola, soy residente de cuarto año de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria y el mes que viene termino la residencia.

Yo, personalmente, he tardado cinco años en lugar de cuatro en realizar mi periodo formativo por dos bajas maternales. Ser bi-madre y residente lejos de parecer una proeza, que lo es, hace que en dos evaluaciones anuales te suspendan y eso quede registrado para siempre, aunque luego recuperes dicho periodo con nota “excelente”. Para empezar podrían poner una pequeña anotación, algo como: “no aprobada por baja maternal” que es distinto que un suspenso. Pero, de momento, ahí queda en el expediente.

En la misma línea de las notas, cuando llega el momento de que te ofrezcan trabajo, nos ofrecen a todos lo mismo. Da exactamente igual 4 suficientes que 4 excelentes. Algo va mal en el sistema.

Llegados al punto de tener que rellenar la bolsa, ésta se divide en tres partes:

  1. El tiempo trabajado, en esta profesión o en otra, como por ejemplo ser profesora de la universidad. ¿Pero cómo me preguntan esto si se supone que está prohibido trabajar durante la residencia? Quizás se podría hacer una bolsa modificada para los residentes que salimos.
  2. Luego está la parte 3 que es la oposición la cual, evidentemente, ningún residente tiene más allá del MIR. Vuelvo a la idea de la bolsa modificada.
  3. Y la parte 2 que son los famosos 40 puntos. ¿Por qué 40 puntos y no más? Me pregunto. De todos los cursos recibidos durante la residencia no cuenta ninguno. De todas las sesiones impartidas, no cuenta ninguna. De todos los expertos o másteres hechos durante este periodo, no cuenta nada.

Menos mal que un resi mayor me avisó de hacer el Diplomado en Salud Pública porque es lo único que cuenta, ¡y ojo! más que un doctorado. ¿Esto nos lo podemos plantear, por favor?

Por último cuentan las comunicaciones y pósteres a congresos, pero da igual haber participado en el WONCA World que en un regional (sin desmerecer a este último) cuando el WONCA lleva un sobreesfuerzo y eso todos lo sabemos y en otras bolsas se valora.

Una vez rellenas los méritos de la bolsa de trabajo, con ilusión a pesar de tener que pelear los 40 puntos, llega el momento de que te ofrezcan trabajo: CONTRATO DE FIDELIZACIÓN, WOW, suena tan bien… Te hacen chiribitas los ojos, tu corazón palpita y sientes que eres Indiana Jones y tienes acceso al Santo Grial.

Desilusión… por ser elegantes

Mientras te lo ofrecen la gerente de tu Gerencia te habla de CONTINUIDAD asistencial y yo pienso, es de las mías, seguro que se ha leído el artículo del British de “ver envejecer a tu MF hace que vivas más” pero me equivoco, finalmente llega el desenlace, y como si de una película mala de sobremesa se tratase, descubres el pastel: “Fidelización sí, pero de médico de área”. Dejémoslo en desilusión por ser elegantes.

Mientras tanto tienes el LinkdIn a tope de ofertas de trabajo en países de la UE con condiciones que no pueden ser reales de lo buenas que son, seguro que es todo mentira porque no puede ser real lo que ofrecen. Pero insisten en que te envían el contrato en ambos idiomas para que lo leas y te ponen un avión para la entrevista o te facilitan una vía telemática y te ayudan con la escolarización de tus hijos allí y te ayudan a buscar trabajo a tu marido en otro sector fuera de la Medicina y tienes 20 minutos por paciente y tú puedes ordenar tu agenda y puedes realizar cirugía menor/ecografía (¡con lo a tope que estoy ahora con los cursos de Semfyc!) y bueno que seguro que es todo mentira porque no puede ser verdad.

Pero te pilla un saliente de guardia malo, de éstos que la deprivación del sueño ha sido tal que no sabes si comprarte un café, un sofá o una casa porque estás desfrontalizada, y ¡pum! nuevo email en tu bandeja de entrada. Te resistes, pero no puedes… Llevas demasiada cafeína y tu temblor esencial postguardia te traiciona y tu índice le da a abrir. Comienzas a leer el contrato y las condiciones… Ahí justo ahí es cuando estás perdida, te rondan pensamientos como “si se inglés…”.Bueno si lo pensamos bien, la mayoría de los que formamos estas últimas promociones de especialistas tenemos un nivel alto e incluso hemos vivido en el extranjero.

 Baby, you are out of control!

Algo no funciona en el sistema cuando muchos de los especialistas están en mi situación, que no saben si hacer 3 o 5 maletas después de habernos formado en un sistema atrofiado, obsoleto y con pandemia mundial de por medio. Solo veo un atisbo de esperanza ironizada en la ponencia del Dr. Fabbiani y su “Pablo Coelho no estaba disponible” del próximo congreso nacional de Semfyc de Sevilla 2022.

Mientras las cosas no cambien, solo puede decir que, sintiéndolo mucho, me bajo de este barco.

Au revoir-bye bye-tschüss.

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